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sábado, 10 de marzo de 2012

Transhumancia 2012

Cientos de animales me rodean, respiran, me miran, me observan, ven mi vestimenta, mis pezuñas preparadas, mi porte, mis músculos en tensión, me temen, creen que soy algo que no soy : su contrincante.
Corremos como posesos hacia un objetivo no a la vista, me adelantan, saltan, corren sin levantar la vista.., dejándose atrás la majestuosidad de la montaña y dirigiéndose hacia tierras más llanas...
Mis molestias en las patas hacen que mi carrera subiendo sea más tranquila  y pueda dedicarme a pensar y a admirar.
Decido encabritarme en las bajadas, dejando atrás miedos y dolores con los que vivo hace decenas de días: disfruto como una posesa, como un auténtico animal de montaña.
Y, cuando ya dejo atrás a muchos compañeros doloridos por la crueldad del terreno, grito por el sentimiento de libertad y le susurro a la montaña que no quiero que se suavice.., quiero , deseo, continuar corriendo y alegrándome el corazón en cada piedra que me encuentro para saltarla, en cada repecho con el que me topo para subirlo, para alcanzar el paisaje que me espera arriba.
Y allí, sin aliento, erguirme y mirar al horizonte, donde está mi próxima meta, muy lejos del bullicio del rebaño, donde la soledad y la buena compañía, harán que salga la auténtica cabra que llevo dentro:
la auténtica CABRA LOCA.

4 comentarios:

  1. Cuando el dolor no ceja,....paciencia.
    Cuando el horizonte se aleja,...paciencia.
    No hay sueños imposibles,
    si sobran las ganas de hacerlos realidad.
    Ahora más que nunca,
    CORRER NOS HACE LIBRES!

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  2. Acaba el día, cierra tus ojos
    y tu rebaño a su antojo.
    Admiro a las cabras nobles
    aunque su espalda se doble.
    sirva a otros de ejemplo
    tanto esfuerzo, todo en silencio.
    Descansa más allá, más arriba
    tu espalda y cabeza molidas.

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  3. Bala el ganado,
    esperando contesta.
    Ojos redondos,
    orejas atentas.
    Las huellas se pierden,
    el eco se aleja.

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  4. Costumbre animal supone
    empopar al mal tiempo.
    Sólo las cabras locas
    embisten al sol,
    la lluvia y el viento.

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