Mi cría llora mi ausencia
Obligada a partir en busca de comida, en busca de sustento, hay fechas en el calendario que se hacen difíciles para poder ofrecer cobijo y lametazos de amor a mi pequeña cría. Se hace difícil.
Mordiendo mi pata para no dejarme partir, balando y desgañitándose para gritar su total desacuerdo con las reglas del mundo...
Parto, pateo horas y horas, en busca de esa recompensa y esa obligación de llevar comida a casa.
Hoy he regresado de noche.
Ella esperaba con un balido cariñoso y un reconfortante abrazo.
Días duros en el calendario.
Días duros en mis cansadas patas.
Días duros en mi sobrecargada cabeza.
Abrazos reconstituyentes...
De quien más importa...
Mi pequeña baifita...
Logró la baifita al fin
ResponderEliminarcálida respuesta a sus balidos
¿quié atenderá ahora a la cabra,
a su cabeza y cuerpo molidos?